LA VELA: BANDERA NACIONAL

 

@Eddy Timaure

Fue el 3 de agosto de 1806 cuando por vez primera se izó la bandera venezolana en el territorio al que debe su nombre. Cuentan los historiadores que el propio Francisco de Miranda, líder del movimiento independentista, fue quien diseñó la bandera que, con algunas modificaciones, se adoptó como estandarte nacional, antes izado en territorio haitiano en marzo de ese mismo año.

En ese momento, el juramento de Miranda fue el siguiente: “Juro ser fiel al libre pueblo de Sur América, independiente de España, y servirle honesta y lealmente contra sus enemigos y opositores y observar y obedecer las órdenes del supremo gobierno de este país legalmente constituido y a las órdenes del general y oficiales superiores a mí”. Aun no había sido levantada en territorio nacional, pues las autoridades estaban alerta frente a la travesía independentista.   

Cuando ya Miranda estaba frente a Ocumare de la Costa, en la madrugada del 28 de abril (se relata en la historia), recibió un ataque feroz durante unos 40 minutos, del cual logró escapar, pero fueron capturados, por los realistas, alrededor de 58 de sus copartidarios, quienes fueron trasladados al Castillo de San Felipe, en Puerto Cabello. El 21 de julio,  10 de ellos fueron ahorcados, mientras que los demás sufrieron prisión por más de 10 años. Uno de los ahorcados fue el impresor norteamericano Miles L. Hall, razón por la cual ha sido considerado como el primer mártir de la imprenta en Venezuela. Él formaba parte del equipo de tipógrafos que viajaba con Miranda ejerciendo una tarea clave: la de imprenta, la de propaganda.

Con una expedición de 11 buques y unos 300 hombres, llega a las costas de Coro el 1º de agosto de 1806, para que, en la madrugada del día 3, Miranda y sus hombres se precipitarán a tierra (luego de 35 años que no pisaba tierra venezolana), y en lo alto del Fortín de La Vela, ondeó, por vez primera, como se ha dicho, la bandera patria en territorio venezolano.

De manera tal que hoy es un día histórico para Venezuela, Falcón y particularmente para La Vela, pueblo costero en el que, más allá de convertirse en tendencia en una fecha como esta, las banderas se alzan en reconocimiento a su avance y calidad de vida, a la majestuosidad del Museo de Miranda que sistematiza al bien conservado y emblemático Paseo que lleva su nombre, a la hermosura de sus calles y parques, a la fulgurante actividad pesquera y portuaria, al colorido despliegue artístico de  los Locos que la adornan,  a la paz que da la extinción de los zarpes clandestinos en busca del bienestar, al disfrute pleno del vital liquido, al avasallante desarrollo científico, tecnológico, cultural y deportivo.

La realidad es que La Vela parece un pueblo en ruinas, desprovisto de los más elementales servicios, adornado por los exclusivos negocios de turno, reflejo de lo que pasa en un estado y un país en el que sus hijos huyen despavoridos en busca de las oportunidades negadas, en el que a inocentes se les condena por defender sus derechos, en el que la muerte campea en cada barriada, en el que unos pocos disfrutan de las riquezas.

Pero, llegará el día en el que, con orgullo, el tricolor nacional, en La Vela y donde sea, vuelva a alzar su estampa. Entonces el sacrificio habrá valido el esfuerzo, entonces la paz familiar, la paz ciudadana y el bienestar serán rostro de la libertad, jurada con independencia a cualquier imperialismo.    

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