TESTAMENTO DEL DICTADOR
Yo, Nicolás Maduro, en uso pleno de mis facultades, tanto físicas como mentales (al fin), reconozco que he destrozado el país de norte a sur de este a oeste y, ante la rebelión democrática del pueblo venezolano, dejo, en primer lugar, la presidencia de la República, devenida en dictadura, a la clase trabajadora, a quien defraudé al convertirme en boliburgués y sumirla en la miseria y el hambre. Con mí salida de la presidencia: Las universidades tendrán al fin un presupuesto justo, pues como he sido derrocado por la Rebelión Democrática, los recursos destinados a la compra de armas de guerra, servirán para que la educación superior venezolana sea de las mejores del mundo. Los educadores, así como todos los trabajadores de la educación, tendrán sueldos y salarios acordes con su importante misión, distintos a los que mi estafa de revolución, solo dio a militares de alto rango, embajadores, ministros, magistrados y a los que han amparado la