DE VALIENTES Y COBARDES
DE VALIENTES Y COBARDES
Por @EddyTimaure
La diáspora venezolana ha servido como
estimulo para encontrar una nueva forma de división entre los venezolanos; entre
valientes y cobardes. Es natural encontrar, especialmente en las redes
sociales, tales calificaciones. Muchos hacen alarde de su valentía, por emigrar
o quedarse, y califican de cobarde a quienes emigran o se quedan, en una
dinámica bastante improductiva que sólo sirve para reflejar la vaciedad del debate
que se promueve.
La valentía y la cobardía son indicadores
que sólo pueden ser medidos en atención a la dimensión en la que cada quien se
desenvuelve. De esta manera resulta erróneo juzgar, por igual, a aquel
venezolano que muy poco se ha interesado por los asunto públicos, por la
política y que sus intereses alcanzan, cuando mucho, hasta ayudar a su familia,
que a un dirigente político, por ejemplo.
Para alguien acostumbrado a la comodidad
del hogar y poco dado a arriesgarse, lanzarse a la aventura de emigrar pudiera
ser visto, en su contexto, como un acto de valentía. Cuestión que también
podría argumentar, en su favor, quien, en medio de la dificultades que caracterizan
a la Venezuela de hoy, decida quedarse y multiplicar esfuerzos para atender a
su familia mientras espera la llegada de
mejores momentos.
Pero, en general, Venezuela es una tierra
de valientes que, aunque no gocen de la publicidad que se le da a ciertos
actores políticos, a diario trabajan con dedicación para educar a los niños y
adolescentes, cuidan la salud de los venezolanos, preservan la seguridad de la
ciudadanía, promueven el bienestar social, atienden a los más necesitados y hacen
esfuerzos por prestar distintos servicios. También hay gente que emprende diversas
actividades (productivas y sociales), algunos con más éxito que otros,
procurando atender las necesidades de la sociedad y, por supuesto, las propias.
Esa valentía también la exhiben muchos de
los que, en virtud de la severa crisis a la que nos ha conducido la dictadura, han
decidido emigrar, pues, más allá de poner a buen resguardo su integridad, de
hacer renacer sus perspectivas de bienestar y de auxiliar a sus familiares, han
sido capaces de solidarizarse con su pueblo, con su gente, con los venezolanos
y, también, de potenciar la lucha contra la dictadura.
Los valientes que Venezuela hoy necesita
son esos que, estén donde estén, son capaces de sentir como propios el sufrimiento
ajeno, se solidarizan con sus causas y luchan con denuedo para salir de la
tiranía. Y es que, el exilio al que están sometidos una parte creciente de los
venezolanos, es un acto forzado por la realidad de un régimen que ha conducido
a la mayoría a las más penosas situaciones de hambre, miseria y represión, por
lo que su salida es una insalvable garantía de recuperación de las
posibilidades de reconstruir al país y, con ello, el horizonte de bienestar y
progreso.
Siempre hay quienes, más que por cobardía
por indiferencia, solo se preocupan por su sobrevivencia, por si mismos y, cuando
mucho, por su entorno familiar inmediato. Ellos, aunque muchos no lo crean, también
son necesarios para reconstruir al país, para contribuir a crear condiciones
para superar el atraso en el que se encuentra Venezuela, así que tampoco vale
la pena preocuparse demás por quienes no participan, al nivel que algunos
esperan, pues es una utopía lograr que todos lo hagan.
No obstante lo señalado, es un deber pedir
a todos (se hayan preocupado o no antes por lo colectivo, por lo público), que se
sumen a los valientes que Venezuela hoy necesita, pedido especial que se
extiende a quienes, en algún momento, acompañaron a esta estafa de revolución y
hoy día padecen las penurias de la misma en Venezuela o buscan nuevos
derroteros en el exterior. Pues ayudar a quienes padecen la cotidianidad en
Venezuela y solidarizarse con sus luchas, es contribuir a la salda de la
dictadura y la reunificación familiar.
Puede
que algún dirigente o activista político en Venezuela haya salido del país solo
para resguardar su pellejo y, eventualmente, ayudar a su familia, hasta ahí. Pero,
si de algo hay que estar convencido es de quiénes son los cobardes. Cobardes
son aquellos que, escudados en el poder y las armas, matan de hambre, someten a
pena de muerte a los enfermos en Venezuela, subastan las riquezas patrias y se
arrodillan frente al imperialismo chino y ruso, incluso ante el estadounidense.
Tú, estoy seguro, estas entre los valientes.
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