ELECCIONES ACORDADAS O CAMBIO POLÍTICO DEFINITIVO, LE TOCA AL PUEBLO DECIDIR

Uno los ve envalentonados. Cree que ahora sí, que ahora los tipos sí le van a echar bolas y se van a poner al frente de la exigencia popular de salir ya de este desastre. Pero de repente, uno recuerda que hace poco, poquito, un dirigente nacional de estos dijo que había que “hablarle claro a la gente” y decirle “que las elecciones serían en 2018”. Otro dijo que si el Gobierno respetara la Constitución, no habría protestas. Otro llamó “bochincheros” a los que protestan, mientras que unos más recogen firmas para entregarlas al Gobierno y pedirles la destitución de magistrados. Y entonces uno duda acerca de las razones que mueven a ese envalentonamiento, recuerda lo bien que se da el oportunismo en la política venezolana, y se le pasa.
Así, que debo decir, que no te sorprenda si pronto la “dirigencia” política que debiera guiar la rebelión democrática hacia la derrota de la dictadura, termina dándole un nuevo respiro a la misma.
Pero no vamos a limitarnos a una apreciación apresurada. No. Hay pruebas recientes. He aquí las opiniones frescas de algunos de los dirigentes de la MUD ante la eventualidad de que el CNE fije la fecha de elecciones, tal como Maduro anunció para “que no haya más guarimbas”:
1. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, opina que el anuncio de la fecha de las elecciones regionales sería un logro importante de la protesta opositora, pero aclara que de ninguna manera sería el fin de su lucha. “Si estamos defendiendo la Constitución, las elecciones regionales forman parte de lo que tenemos que lograr. Pero eso no significa que renunciemos a que la Asamblea pueda ejercer las competencias que tiene; eso no significa que dejemos de luchar por la liberación de los presos políticos, porque no haya persecuciones ni inhabilitaciones, por el canal humanitario. No planteemos un falso dilema: si esto se da (las regionales), venga para acá, pero será un avance más en la lucha. De batalla en batalla se gana la guerra, hay que ir sumando hasta que logremos el cambio nacional”, expresó.
2. Tanto se borraron las diferencias entre los 4 partidos, que el vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, coincide casi literalmente con Capriles –algo poco común antes– en que las protestas deben continuar hasta que la oposición logre todos sus objetivos. Es decir, los objetivos de ella, de la MUD. “Es un falso dilema poner la cosa entre regionales y protesta. No podemos decir no a las regionales o no a la protesta. La protesta debe continuar hasta lograr los cuatro objetivos (elecciones, canal humanitario, respeto a la autonomía legislativa y liberación de presos políticos). Si dan la fecha, no es razón para frenar. Es una conquista pero no es la restitución del orden constitucional”, advirtió. Guevara considera que devolviendo sus facultades a la Asamblea Nacional “se resuelve todo”, por lo que opina que ésa debe ser la principal exigencia. “Con una Asamblea operativa podemos cambiar a los magistrados, hacer una ley de amnistía, resolver la crisis económica, sacar al vicepresidente, cambiar ministros y hasta una enmienda para recortar el periodo de Maduro”, argumentó.
3. A diferencia de sus compañeros en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el diputado Henry Ramos Allup, expresidente del Parlamento, considera que si se fija “al menos” la fecha de las regionales, la presión nacional e internacional podría bajar. “Pero sucede que en el seno del Gobierno no quieren contarse ahora en nada porque saben cómo quedarían de enclenques después de otra derrota similar o peor a la de las parlamentarias. Del lado opositor hay algunos que no quieren elección alguna –han llegado a decir que quienes concurran son traidores como dijeron cuando fuimos a la validación– porque las elecciones matarían el foquismo al que insensatamente apuestan quienes no tienen cómo ganar una votación”, indicó.
4. Ante la debilidad electoral del Gobierno, la diputada Delsa Solórzano coincide con Capriles y Guevara en que las protestas deben mantenerse. “Desde que dejaron de ganar elecciones, hay que pelear cada una de ellas. Hay tres tipos de elecciones, las vencidas (gobernadores), las que toca este año (municipales) y las que van a resolver la crisis (las presidenciales). Seguimos en las calles hasta que se logren todas y todo lo que la gente reclama: el canal humanitario, la liberación de los presos y el respeto a la Asamblea”, indicó.
5. La dirigente María Corina Machado considera que el Gobierno ofrecerá las regionales para aliviar la tensión, “algo similar a lo que pasó con el diálogo”. “Pero el umbral se cruzó, los venezolanos saben que no hay cambio si no cambia el régimen, la sociedad exige mantener la presión. Hay que dejarle claro a Maduro que regionales a cambio de su permanencia no es aceptable. Hay que hacer las regionales, pero no es suficiente. La dirigencia opositora debe mantener las protestas, debe estar a la altura y no aceptar soluciones cosméticas”, dijo.
Ingenuidad, colaboracionismo o complicidad es lo que priva en esta dirigencia para sostener al régimen. Solo María Corina Machado, al igual que Bandera Roja, ratifica su línea de salir del régimen. De resto, es previsible que, salvo que el pueblo se organice y mantenga la protesta en la calle, la MUD le dará un respiró a la dictadura y seguirá trabajando para tener cuotas de poder dentro de este mismo régimen al que, seguramente, dejarán de calificar de dictadura cuando, a juicio de esta dirigencia, “resetee” sus actuaciones inconstitucionales.
Pero ¿es un asunto realmente popular qur la lucha sea solo para que alguno goce de sus facultades como parlamentarios o para que otros aspiren o lleguen a ser gobernadores, diputados, alcaldes y concejales, lisiados en su ejercicio por un régimen que seguirá desconociendo la voluntad popular? Lo que esté pueblo necesita y pide es salir de este régimen ya.
Cuando desde Bandera Roja planteamos, que ahora le toca al pueblo convertir esta indudable mayoría que se ha expresado en la calle, en una fuerza organizada capaz de superar los escollos de una dirigencia vacilante, hasta asestar una derrota definitiva a este régimen moribundo, y que se abran caminos para el establecimiento de un régimen democrático que facilite el goce pleno de las reivindicaciones por las que se lucha, así como a la reconstrucción de Venezuela, lo decimos porque creemos que tenemos la fuerza para hacerlo.


La unidad que se requiere es la del pueblo que lucha, desde las bases. Para ello, la organización de frentes, comités, coordinadoras, juntas y demás expresiones unitarias es tarea impostergable, así como su funcionamiento en asambleas ciudadanas que incorporen cada vez a más personas en la rebelión democrática que, sin lugar a dudas, liberará a Venezuela más temprano que tarde. Es tiempo de la gente, el cambio es posible cuando la voluntad del pueblo se imponga, decante por una nueva dirección política y avance. Venezuela no aguanta más engaños.

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