UNIR LAS LUCHAS

La dinámica de la vida política venezolana es tan agitada que sobran razones por las cuáles escribir, o bien los temas a tratar. Sin embargo, he preferido dedicar el espacio alternativo al tema de la oposición y al tema de la unidad, dada la relevancia que el mismo tiene en la actualidad.
Mientras el país se convierte en un polvorín por todos lados y los ciudadanos buscan formas alternativas de organización (vinculadas con los sectores sociales que representan), como resultado del creciente descontento que anida en el pueblo, vista la inexcusable ineficiencia de una gestión gubernamental que, haciendo uso de poses revolucionarias, sólo ha servido para usufructuar la cosa pública edificando una boligarquía, confrontar a los venezolanos y vulnerar los derechos democráticos, la disposición ciudadana, para la organización, para la búsqueda de una alternativa frente al caos actual, se acrecienta.
El convencimiento de que algo hay que hacer está hoy día más presente entre los venezolanos, en una reacción lógica frente a un gobierno que no logra atinar en la solución de los grandes problemas del país y que, de paso, acelera medidas en la dirección de fortalecer un régimen centralista, autoritario y militarista que, en nada tiene que ver con lo que pregona; ni defensa de los intereses de pueblo, ni socialismo, con la clara intención de asegurar su continuidad, por la vía electoral, preservando algunas formalidades democráticas.
No es casual que las últimas medidas hayan producido las más variadas reacciones del mundo democrático, de los ciudadanos que esperan vivir en una sociedad verdaderamente democrática. Así, frente al desconocimiento de la contratación colectiva, del derecho a la huelga y de la organización sindical, ha surgido Solidaridad, una instancia unitaria de la dirigencia sindical, en la que se incluyen afectos al proceso político actual; frente al cierre de los medios de comunicación y a las recurrentes acciones contra la libertad de expresión, se han creado frentes de comunicadores o trabajadores de los medios; frente a la aprobación de la Ley Orgánica de Educación, padres y representantes, los gremios vinculados con el quehacer educativo y otros sectores de la sociedad han reaccionado con el desarrollo de acciones unitarias.
Las expresiones de lucha señaladas se circunscriben a problemas de carácter nacional, a los que se podría sumar las vinculadas con el tema de la inseguridad, la propiedad, la descentralización, la violencia, entre otras. Pero, también hay expresiones organizadas en cada uno de los estados, como en el caso de Falcón, que responden a problemas particulares de estas entidades como la vialidad, la energía eléctrica, entre otras, constituyéndose en indicadores del avance y disposición de lucha de los venezolanos frente a la barbarie.
Este avance innegable de la conciencia ciudadana, de la protesta popular, sólo tendrá como respuesta, tal como señalaba, la adecuación del andamiaje jurídico a los intereses de la boligarquía dominante, el autoritarismo y el incremento de prácticas fascistas como la brutal agresión a los periodistas de la cadena Capriles, con el beneplácito de los líderes del régimen, muchos de ellos otrora defensores de los derechos humanos, medidas que requieren una contundente respuesta política.
Para que esto último ocurra, la dirigencia política nacional y, particularmente, la estadal, ha de ponerse a tono con las exigencias de la colectividad, desarrollando acciones conducentes a unir estas luchas, a darle direccionalidad política, en cuyo caso es fundamental avanzar en la consolidación de la Mesa Unitaria Democrática, en cada uno de sus niveles. Esto último pasa por privilegiar el interés nacional, la necesidad de edificar una gran fuerza alternativa capaz de derrotar al chavismo en las venideras confrontaciones electorales (especialmente la de parlamentarios el año próximo), dejando de lado posiciones prejuiciadas, viejas rencillas, el interés hegemónico, así como cualquier otro interés subalterno que frene la disposición unitaria y, más que ello, la posibilidad histórica de presentar a los falconianos, a los venezolanos, una vanguardia política solida, coherente, que brinde confianza en que la construcción de una nueva Venezuela es posible.
La Mesa Unitaria Democrática del estado Falcón, está llamada a convertirse en el motor central del cambio político en esta parte de la geografía venezolana, de manera tal que los retrasos, las ausencias, el desinterés, los descuidos, la intolerancia, los gestos inadecuados, no tienen cabida en esta coyuntura, en tanto sólo contribuyen al afianzamiento de este despótico régimen, así como a la desesperanza y a la anarquía. Avanzar de forma sostenida hacia la consolidación de esta instancia es un deber histórico que no admite más dilaciones, unir las luchas para salvar al país es una tarea impostergable.

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