LAS LUCHAS SOCIALES Y LAS ELECCIONES
En medio de lo agitada de la semana, nuevamente me toca compartir con ustedes algunas reflexiones con relación a los principales acontecimientos que, de alguna u otra forma, son de interés ciudadano y, si lees esto, te ubicas entre ellos.
El fin de semana pasado asistí al acto de presentación de los candidatos de la unidad opositora venezolana, en lo que constituyó un evento de altísima significación, por el lleno total del Gimnasio Cubierto Papá Carrillo de Sebucán, las entusiastas intervenciones de los oradores, y el claro ambiente de unidad que sirvieron para dar un importante espaldarazo a las actividades propias de la pre campaña, invitando a emularlo en cada uno de los estados, tarea para la que estoy comprometido.
Más allá de las tareas electorales que implica la unidad, un breve recuento de lo ocurrido da cuenta de las protestas generalizadas que se suceden en diversas partes del país, por la agudización de la crisis del servicio de energía eléctrica, llegando incluso hasta la quema de la sede de CORPOELEC en Naguanagua, Valencia, por vecinos enardecidos que tuvieron dos días sin este servicio.
Junto con lo anterior las protestas de los trabajadores en demanda de sus beneficios laborales, como en el caso de los estados Lara y Carabobo con los trabajadores de PDV Gas, revelan el descontento generalizado que anida en este sector. En esta misma dirección, en Bolívar los trabajadores reclaman el cumplimiento de los beneficios contractuales y mayor participación, mientras que en Falcón nuevamente las madres “elaboradoras” reclaman el pago de sus servicios, acción a la que recurren cada dos o tres meses para obligar al gobierno “obrerista” a cumplir con su deber.
Por si fuera poco, en la UNELLEZ y la UPEL los universitarios han sido víctimas de la represión de los grupos parapoliciales del régimen, especialmente en esta última, en la que sus autoridades fueron secuestradas (en el argot del régimen “retenidas”), mientras que mujeres, periodistas y hasta el parlamentario Juan José Molina fueron agredidos, con golpes y botellas, en lo que configura un plan dirigido a propiciar la intervención de esta y otras universidades que no han podido ser doblegadas por el régimen.
Con el mayor descaro, violentando los más elementales principios jurídicos, fueron ratificadas la medida privativa de libertad contar la Jueza Afiuni y las condenas a los comisarios Simonovis, Vivas y Forero, así como a los funcionarios policiales, poniendo de manifiesto la podredumbre del sistema judicial y su absoluta sumisión a los designios del caudillo, frenando la posibilidad de que estos sea postulados como candidatos a la Asamblea Nacional.
El cierre de las casas de bolsa, las medidas restrictivas en el mercado cambiario, sólo servirán para acrecentar la escasez de bienes importados (repuestos por ejemplo), así como un incremento en los precios de los productos que, como en la Zona Libre de Inversión Turística de Paraguaná, han servido para estimular el desarrollo de inversiones y el fortalecimiento de la economía local, medidas que, inscritas en medio de una economía inflacionaria solo auguran mayores penurias para el bolsillo de los venezolanos, que ya lo sienten cada vez que van al mercado, en proporciones mayores a las que indican las cifras oficiales.
A ello podría agregarse el deterioro progresivo de la vialidad nacional, la carencia de agua potable, la falta de soluciones habitacionales, la ofensiva contra la libertad de expresión, el incremento de la inseguridad, el despojo de las competencias y recursos de los estados y municipios, el incremento de la corrupción, la reaparición de enfermedades endémicas, en fin, un conjunto de calamidades que dan cuenta del inocultable fracaso de un régimen que, no ha sido peor, por la inmensa fortuna que ha amasado en estos once años del fenómeno del niño.
Frente a esto; qué hace la MUD, qué hacen las organizaciones políticas que la integran, qué hacemos los candidatos… (¿?) Esto ha de convertirse en el eje de la campaña, en dinamizadores de las luchas que, incluso, más allá de la coyuntura electoral de este año, servirán de razón para unificar al pueblo en la defensa de sus derechos, en la conquista de reivindicaciones truncadas por este régimen militarista y fascista (que nada tiene que ver con socialismo), y que necesitan de coordinación para que produzcan victorias que abran el camino al establecimiento de una nueva mayoría el 26S, en ruta hacia la construcción de una nueva democracia.
Lo electoral es una expresión de la política y ésta requiere que se le aborde de forma integral, dando respuestas a los problemas sociales que hoy aquejan a los venezolanos, entenderla de esta manera supone una condición de alto compromiso militante con la patria, supone la transcendencia de la unidad que requiere el país, como referente para todos aquellos que adversan al régimen, para todos aquellos que, con partido o sin él, tenemos la responsabilidad de salvar al país del desastre al que ha estado sometido. eddytimaure@hotmail.com / twitter: @EddyTimaure
El fin de semana pasado asistí al acto de presentación de los candidatos de la unidad opositora venezolana, en lo que constituyó un evento de altísima significación, por el lleno total del Gimnasio Cubierto Papá Carrillo de Sebucán, las entusiastas intervenciones de los oradores, y el claro ambiente de unidad que sirvieron para dar un importante espaldarazo a las actividades propias de la pre campaña, invitando a emularlo en cada uno de los estados, tarea para la que estoy comprometido.
Más allá de las tareas electorales que implica la unidad, un breve recuento de lo ocurrido da cuenta de las protestas generalizadas que se suceden en diversas partes del país, por la agudización de la crisis del servicio de energía eléctrica, llegando incluso hasta la quema de la sede de CORPOELEC en Naguanagua, Valencia, por vecinos enardecidos que tuvieron dos días sin este servicio.
Junto con lo anterior las protestas de los trabajadores en demanda de sus beneficios laborales, como en el caso de los estados Lara y Carabobo con los trabajadores de PDV Gas, revelan el descontento generalizado que anida en este sector. En esta misma dirección, en Bolívar los trabajadores reclaman el cumplimiento de los beneficios contractuales y mayor participación, mientras que en Falcón nuevamente las madres “elaboradoras” reclaman el pago de sus servicios, acción a la que recurren cada dos o tres meses para obligar al gobierno “obrerista” a cumplir con su deber.
Por si fuera poco, en la UNELLEZ y la UPEL los universitarios han sido víctimas de la represión de los grupos parapoliciales del régimen, especialmente en esta última, en la que sus autoridades fueron secuestradas (en el argot del régimen “retenidas”), mientras que mujeres, periodistas y hasta el parlamentario Juan José Molina fueron agredidos, con golpes y botellas, en lo que configura un plan dirigido a propiciar la intervención de esta y otras universidades que no han podido ser doblegadas por el régimen.
Con el mayor descaro, violentando los más elementales principios jurídicos, fueron ratificadas la medida privativa de libertad contar la Jueza Afiuni y las condenas a los comisarios Simonovis, Vivas y Forero, así como a los funcionarios policiales, poniendo de manifiesto la podredumbre del sistema judicial y su absoluta sumisión a los designios del caudillo, frenando la posibilidad de que estos sea postulados como candidatos a la Asamblea Nacional.
El cierre de las casas de bolsa, las medidas restrictivas en el mercado cambiario, sólo servirán para acrecentar la escasez de bienes importados (repuestos por ejemplo), así como un incremento en los precios de los productos que, como en la Zona Libre de Inversión Turística de Paraguaná, han servido para estimular el desarrollo de inversiones y el fortalecimiento de la economía local, medidas que, inscritas en medio de una economía inflacionaria solo auguran mayores penurias para el bolsillo de los venezolanos, que ya lo sienten cada vez que van al mercado, en proporciones mayores a las que indican las cifras oficiales.
A ello podría agregarse el deterioro progresivo de la vialidad nacional, la carencia de agua potable, la falta de soluciones habitacionales, la ofensiva contra la libertad de expresión, el incremento de la inseguridad, el despojo de las competencias y recursos de los estados y municipios, el incremento de la corrupción, la reaparición de enfermedades endémicas, en fin, un conjunto de calamidades que dan cuenta del inocultable fracaso de un régimen que, no ha sido peor, por la inmensa fortuna que ha amasado en estos once años del fenómeno del niño.
Frente a esto; qué hace la MUD, qué hacen las organizaciones políticas que la integran, qué hacemos los candidatos… (¿?) Esto ha de convertirse en el eje de la campaña, en dinamizadores de las luchas que, incluso, más allá de la coyuntura electoral de este año, servirán de razón para unificar al pueblo en la defensa de sus derechos, en la conquista de reivindicaciones truncadas por este régimen militarista y fascista (que nada tiene que ver con socialismo), y que necesitan de coordinación para que produzcan victorias que abran el camino al establecimiento de una nueva mayoría el 26S, en ruta hacia la construcción de una nueva democracia.
Lo electoral es una expresión de la política y ésta requiere que se le aborde de forma integral, dando respuestas a los problemas sociales que hoy aquejan a los venezolanos, entenderla de esta manera supone una condición de alto compromiso militante con la patria, supone la transcendencia de la unidad que requiere el país, como referente para todos aquellos que adversan al régimen, para todos aquellos que, con partido o sin él, tenemos la responsabilidad de salvar al país del desastre al que ha estado sometido. eddytimaure@hotmail.com / twitter: @EddyTimaure
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